Sobre mí

Hola a todos,
Soy Ana, o Anita para muchos de mis amigos y familiares. Me presentaré un poco. A ver, sobre todo soy movida y me encanta hacer manualidades. Empecé hace unos años ya, lo primero que hice fue un curso de costura y patronaje, en Barcelona. Una señora hacía cursos en su casa, ella hacía los patrones del Burda, aprendí mucho, y me hice una falda, unos pantalones, una camisa y dos vestidos, además de un pijama y una camiseta a mi novio de la época. En fin, aprendí y mucho, pero con los años lo he olvidado casi todo.
Entonces, el verano después de acabar el instituto, mi madre me enseñó a hacer punto, y no paraba, pero cuando llegaron los primeros exámenes de la universidad, lo tuve que dejar, estaba enganchadísima, cuando uno está haciendo punto, lo hace en cualquier momento, en cualquier lugar, y siente que no pierde ni un minuto al día. En fin, yo no soy capaz de hacer punto de manera sana, o estoy con las agujas preparadas todo el día, o lo abandono del todo (en un momento similar estuve hace poco con el ganchillo, jeje, pero estoy intentado que se mantenga como hobby bueno y no vicio total).
Luego, descubrí el maravilloso mundo del fimo, y empecé a hacer bisutería, tuve mucho éxito, y como era estudiante, me vino muy bien para pagar viajes y caprichos. Hice pendientitos también para las bodas de una prima y dos amigas, me encantaba, pero hace como 4 años que no toco el fimo, en fin.  Y eso que corrían catálogos (en unos carpesanos que hice) por ahí y los vendía en alguna tienda. Mi padre, que era muy pragmático, sin embargo me apoyaba a tope en esa faceta creativa-empresarial y decía: «Ana, así empezó Don Algodón».
Luego hice jabones, mis amigas estaban encantadas, muchas siguen diciendo que eran los mejores jabones que habían usado nunca, los hice con esencias, con frutas y verduras, con cereales, con miel, con leche… hice un montón, pero nunca volví a hacer.
En el 2003 me fui a vivir fuera, estuve dos años en Edimburgo, y un año y medio en Milán. No tuve televisión durante casi 4 años y dejé de hacer todas estas cosas, parece mentira, pero aunque se supone que la televisión nos quita tiempo, a mí sin embargo me lo daba para hacer todas estas cosas. Ver la tele, a secas, para mí es imposible, yo necesito mientras veo la tele hacer alguna otra cosa, aunque sea poco estimulante como fregar los platos.
Cuando volví del extranjero, empecé a trabajar de lo mío, yo soy profesora de secundaria de lengua y literatura, y la verdad, entre trabajo, estudio, amor y otras cosas no estaba en un momento muy creativo.
Algún autor dijo alguna vez (menuda profe, que no recuerdo quién fue, a ver si lo busco) que cuando uno estaba bien no escribía, pero acumulaba vivencias e historias para cuando estuviese deprimido poder escribir. Pues yo en esos años sin manualidades en realidad estaba muy feliz, pero el año pasado perdí a mi padre, y la verdad también toda mi felicidad y vitalismo. En plena enfermedad de mi padre, recordé el punto, necesitaba algo que me mantuviese ocupada todo el tiempo, y necesitaba cosas bonitas, porque lo que estaba viviendo era demasiado feo. Así que me apunté a un curso de ganchillo, por variar, y por hacer rabiar a mi madre que es antiganchillo total, ya que siempre piensa en la muñeca del rollo del papel higiénico (si alguien no sabe lo que es, no sé si considerarlo afortunado o no, es una cosa horrible, obscena, pero por otra parte siempre es hecho a mano, y significa que hemos tenido una infancia más cerca del trabajo manual).
Y a partir de ese momento, empecé otra vez con las manualidades, he empezado fuerte con ganchillo y costura, pero me gustaría volver a hacer todas aquellas cosas que alguna vez fui capaz y descubrir muchísimas más nuevas.
Una cosa por semana me parece razonable, tocaré todos los palos: costura, reciclaje, lanas, niños, decoración, cocina… porque lo necesito y porque es lo que me llena, y esta vez me gustaría hacer partícipe de mis pequeñas creaciones a todo el mundo que quiera, así que os invito a mirar una vez a la semana este blog para ver qué he hecho. Decidiré qué hacer, buscaré inspiración en la web o por ahí y os enseñaré lo que yo haga al final, a ver qué os parece.
Además para motivar, voy a hacer sorteos, uno o dos al mes, ya os iréis enterando de lo sencillo que es participar y ganar alguna de las cosillas que haya hecho, será tan sencillo como dejar un comentario cuando se os pida, más fácil, imposible.
Y por último, pero no menos importante, he puesto en este blog una pestaña a la que he llamado «Vuestras creaciones», donde me gustaría poner fotos de las cosillas que hacéis vosotros, a ver si os animáis a mandarme las fotos.
Espero que os guste el blog, la idea, los sorteos y todos los proyectos que están por venir.
Ana

13 respuestas a «Sobre mí»

Como digo siempre eres la mejor, sigue inspirándonos, acabo de leerlo y estoy emocionada, como yo soy de ciencias nunca escribiría algo tan bonito.

Parte de esta biografia me ha tocado la fibra, quizas sea porque la he vivido en primera persona. Muchos petos

Anita, no había leído tu «Sobre mí». Pues sí, claro que sí, todos agradecemos tu blog. Yo, como tú dices, entre el instituto, francés, el amor y cosas varias, yo no pongo en práctica tus sugerencias, pero lo sigo, que conste, te sigo. Tu blog además es bonito, bonito y con los nuevos «arreglos», mucho más.
Un besazo, guapa.

Eres única,no dejas de sorprrnderme y de enseñarme miles de cosas. Te quiero un montón y aunque estemos lejos no me olvido de lo vivido contigo y con mi hermana Sonia. Besitos! Y gracias por recordarme las matemáticas cada vez que te escribo 🙁

¡Vaya peloteo!!! pero si no firmas, ¿a quién le subo yo la nota? jejeje. Gracias

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